Con los años me he dado cuenta de que mi ropa era para mí, algo más que taparme con prendas más o menos caras para intentar estar guapa y estilosa.....¡que tontería! me diréis, ya lo sabemos, ¡la ropa es un instrumento de comunicación!.......vale, vale, ya sé que ademas es eso, ¿pero que es precisamente lo que queremos comunicar?
Normalmente lo que queremos decirle a los demás es "esto es lo que yo soy", por ejemplo: paso de la ropa, soy sexy, no quiero provocar, soy natural, soy ecológica, soy seria y formal, soy transgresora, soy moderna, soy conservadora.....etc, etc. Es decir, que ese "lo que soy" tiene que ver con nuestro espacio de confortabilidad, y por lo tanto con nuestros límites personales.
Experimentar y crecer se traduce directamente en otra forma de mostrarnos al mundo, y esto incluirá nuestra forma de vestirnos y arreglarnos.
Todas hemos experimentado como influye nuestro estado de ánimo en nuestro arreglo personal. Cuando nos sentimos con la autoestima por los suelos, no sabemos ni que ponernos, parece que tenemos que pedirle permiso al mundo para existir, y desgraciadamente el traje de mujer invisible todavía no lo venden en Zara. Por el contrario esos días en que nos sentimos pletóricas, felices de ser nosotras, nuestro armario se nos antoja lleno de sugerentes e imaginativas posibilidades.
También al vestirnos nos llenamos de "noes" y "esto no es para mí", ya sabéis: que si tengo mucho culo, que si me sobran 2 kilitos, que si soy demasiado alta, que si tengo las piernas gordas, que si delgadas....uffff....creo que desarrollar un estilo propio, que nos haga sentir estupendamente con nosotras mismas, tiene mucho que ver con ese crecer por dentro, sintiendonos plenas y satisfechas con nuestra vida y con nuestro cuerpo.
Por eso es bueno proponerse retos de estilo, experimentar prendas de ropa diferentes, abrirnos a dejarnos sorprender con accesorios insospechados para nosotras, que introduzcamos nuevos y favorecedores colores en nuestro armario, consiguiendo revolucionarlo y recrearlo con mezclas sorprendentes y creativas que manifiesten partes nuestras desconocidas hasta ese momento.
Si decidimos que no queremos dedicarle mucha energía a nuestro vestuario, que sea porque necesitamos nuestra fuerza para otras cosas que nos encanten e importen, no porque nos sintamos impotentes de encontrar nuestro estilo en esta sociedad que tanto nos exige a las mujeres.
No seamos esclavas de la moda, utilicemosla a nuestro interes, tomando los estilos y formas que nos gusten, interpretándolos a nuestra manera; que no nos importe mirar al pasado, o a otras culturas y estéticas, y dejemos nuestra imaginación y creatividad en libertad ....
¡¡Mercedes!! me ha encantado esta entrada, yo no dejo de experimentar y voy viendo con que tejidos, formas y colores me siento más yo...
ResponderEliminarGracias directora General por tu cariño y apoyo... Un gran abrazo.
ResponderEliminar