15/6/10

Sentirse maravillosa.

  Quizás fue Coco Chanel la que dijo eso de "no hay mujer fea, sino perezosa".
Por lo que parece, desde su punto de vista, y también desde el punto de vista de la publicidad y el consumo, llegar a ser bella, requiere un esfuerzo al que las mujeres deberíamos dedicarle una parte sustanciosa de nuestros recursos, tanto de tiempo como de dinero.
  Es cierto que la belleza no nos asegura la felicidad, pero también es cierto que a las mujeres todo lo que nos rodea nos incita a lograr "belleza", "juventud", "glamour", como si eso fuese una panacea para poder resolver nuestros grandes y pequeños problemas.
  La presión a la que nos sentimos sometidas cotidianamente para "dar la talla", es tremenda, pareciera que desde todos los rincones, unos personajillos invisibles y malévolos disfrutasen mostrándonos todos nuestro "defectos", haciéndonos sentir inadecuadas, inacabadas....y ciertamente mejorables.
  Cada mujer tiene su propia experiencia con la belleza, y yo por supuesto tengo la mía.
En mi infancia, en mi familia, yo interpreté que la belleza, la esbeltez, la elegancia, eran importantes. Mi madre era bella, delgada y elegante, y yo sentí que eso le proporcionaba ciertos beneficios y gratificaciones en la vida, por lo pronto le concedía poder, y también parecía que le hacia sentirse mejor que sus amigas menos agraciadas.
Y lo que sí recuerdo con mucha claridad es que mi madre raramente se sentía feliz.
  Cuando eres niño, la llave de tu sentimiento de autoestima, la tienen aquellas personas a las que admiras y amas. Por eso yo siempre le dí mas valor a una mirada o a un comentario de mi madre que a todos los piropos del resto del mundo. Ella era la protagonista y yo la vulnerable, insegura y dependiente. Yo la adoraba y la admiraba, y necesitaba desesperadamente su aprobación, como todos los niños, pero también necesitaba ser yo a mi manera, no una prolongación de sus valores y sus miedos.
  Así crecí, con el ceño fruncido, rebelde, contestataria, coqueta hasta morir, pero irreductible en mi yo aún desconocido, sorprendente y sorprendido, confuso, dolorido.
He tenido que caminar mucho desde entonces para irme encontrando, para descubrir que hay viejas fantasías que siempre estarán ahí, aunque yo no quiera verlas, para descubrir que ser mujer, que ser persona al fin, es un trabajo a tiempo completo, y que requiere de todos mis recursos, y que por supuesto va más allá de tener la talla perfecta, y el cutis perfecto, y la juventud eterna.
  Sigo siendo coqueta hasta morir, y es a mi madre a quien tengo que agradecerle muchas de las cosas que me hacen disfrutar de la vida.
  Y también soy muchísimas otras cosas por las que me siento hermosa y valiosa, y también sé, que mis días con sus horas, yo puedo decidir dedicarlos a aquello que me hace sentir viva, libre, creativa, y sobre todo "yo a mi manera".
  Aprender a sentirme maravillosa, está siendo aprender a balancearme entre el "sentimiento de inadecuación al medio" que esta sociedad nos transmite cotidianamente a todos, mujeres y hombres, y el sentimiento de libertad y creatividad para "ser yo", que me nace de las entrañas, y que es lo mas genuino que tenemos los seres humanos.... incluidas las mujeres.
Porque una rosa es una rosa....y no es un clavel, ni una margarita ni un tigre.

6 comentarios:

  1. Me haces reflexionar, como siempre...¿sabes que?lo verdaderamente importante es Sentirse maravillosa, y tiene que ver mmmucho con la seguridad en una misma.Nos hemos encontrado en la vida muchos seres empeñados en bajarnos la autoestima a cualquier precio...y con nuestra inseguridad les hemos dado ese poder. Sin embargo, cuando hemos aprendido a ser seguras, se neutralizan. ¿Por qué crees que exsten estos "elementos humanos" empeñados en destruir tu seguridad y en poner todo el cuidado en encontrar tus puntos débiles para intenta destrozarte?...Yo de esta gente huyo como de la peste, hasta tal punto que juego a anular su poder como si fuera un "videojuego".

    Mil besos a todas las luciérnagas y luciérnagos amigos de Nyambol.

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  2. ¡Olé!
    Llevaba unos días queriendo venir por aquí con tranquilidad, desde que nos conocimos por casualidad, y la sorpresa no ha podido ser más grata.
    Esta entrada me transmite ternura, lucidez, un punto de rebeldía y otro -¿por qué no?- de frivolidad (que no es tal en una segunda lectura).
    El final es poesía y verdad;-)
    Felicidades por el blog y mil gracias por la lectura y la mención al poemario y a la novela.
    Un abrazo.

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  3. Nyanbol, gracias por tu artículo que, como el resto de los textos, está lleno de autoestima y afecto, e invita enormemente a la reflexión. Además, en mi caso hace plantearme que, quizás, las obviedades no lo son tanto.
    Hay personas que nos hacen sentir maravillosas porque quieren algo a cambio, por tanto, lo que en un principio pueda parecer un halago acaba siendo puramente estratégico. De modo que el sentirse maravillosa sólo sale de la persona que realmente te quiere y ¿quién nos quiere más que nosotras mismas?
    Además si logramos sentirnos maravillosas, conseguiremos ver maravillosas a las personas que queremos.

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  4. ¡Ay Menganita!Andaba un poco fuera de mi y no podía contestaros, la primavera me tiene algo así como descentradilla...
    Creo que hay personas que no saben vernos, lo que ven en nosotros es lo que se niegan a si mismas y eso les resulta difícil de soportar, por eso pretenden anularnos. Yo creo que muchas veces no se dan cuenta de lo que hacen, es puro instinto de supervivencia, somos nosotros, como tu dices, los que fortaleciendo nuestra autoestima tenemos que aguantar el embate sin caer.El problema viene cuando queremos a estas personas, y las necesitamos, y ademas somos inseguros y vulnerables.
    Las mujeres y los hombres crecientes somos vulnerables a los ataques de los depredadores inconscientes, pero ¡aprendemos sobre la marcha y nuestra lucecita siempre permanece encendida!.
    Un beso gordo luciérnaga mía.

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  5. Marylia, has expresado muy bien la diferencia entre depender de los demás para sentirnos bien con nosotras mismas,y "sentirnos maravillosas", algo a lo que debemos aspirar y que solo depende de nuestra autoestima, de la confianza en nuestro valor, del cariño con el que nos tratemos.
    Imagínate lo que tendrán que soportar los políticos, famosos y demás. Si tienes algún poder tendrás que aprender a utilizarlo astutamente y a seguir sintiéndote maravillosa aunque algún hipócrita manipulador te diga que lo eres.
    Un besito, guapísima.

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  6. que bonita entrada!!!
    Estamos tan presionadas hoy en dia que facilmente nos sentimos condicionadas por cualquier cosa: las revistas, la publicidad, los comentarios casuales de cualquiera... los de los que nos importan...

    que dificil es sentirse maravillosa y que bien sienta cuando es de forma natural, cuando viene de la alegria y de la serenidad.

    a mi me ayuda bastante volcar parte de mi en un blog http://www.blogmissjardin.blogspot.com/ porque me permite sentirme libre y por lo tanto maravillosa (a veces)... :)

    un saludo
    missJArdin
    www.blogmissjardin.blogspot.com/

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