22/4/11

La energía del corazón.

Cuanto más crezco en años, y sobre todo por dentro, más cuenta me doy del poder del corazón. ¿Sabéis que el corazón funciona como otro cerebro en nuestro cuerpo?, tiene sus propios recuerdos y sus propios recursos... y se ha comprobado que su campo energético es muy poderoso.
Pero yo no necesito explicaciones científicas para darme cuenta de su poder. Lo vivo cada día en mi relación con los demás, y sobre todo, en la relación con mis clientes de coaching.
Yo siento que cuando me conecto directamente con mi corazón, mi percepción de los demás se transforma, se ensancha... se engrandece de una forma sorprendente... ¡es difícil de explicar dentro de lo que nos han enseñado y dentro de lo que nos hemos acostumbrado a "sentir"!...
Tiene que ver con la energía del amor... pero del Amor con mayúsculas... que no es amor de deseo, ni de posesión ni de control...
El corazón nos da la capacidad de sentir una ternura inmensa, llena de respeto y admiración hacia las personas que nadamos en el río de nuestra vida, unas veces a contracorriente, tragando agua, atragantándonos... otras alegremente, dejándonos llevar confiadamente por la amorosa corriente... y siempre, siempre, tratando de mantenernos a flote tozudamente... 
Vivir es un reto para todos... pobres y ricos... guapos y feos... listos y torpes... hombres o mujeres... da igual la raza, o la religión o el continente...  cada uno tenemos nuestras pruebas, nuestras lecciones que aprender, y es viviendo como las aprendemos... y siempre duramente, aunque creamos que la hierba es más verde en el jardín de nuestro vecino.
Solo a través de la pura energía del corazón vamos desentrañando nuestra vida y la vida en general, y solo con su pura energía conseguimos esa mágica y adictiva conexión con los demás que nos muestra quienes somos realmente... Amor más allá del tiempo y del espacio y unidad infinita en el ser.
Cuando logramos ir liberando su poderosa energía en nosotros, conseguimos ver más allá de los límites de la razón y de la lógica aprendida desde códigos y normas tribales... en lo familiar, en lo social, en lo cultural, en lo religioso... y nos damos cuenta de que esa respuesta que tan ansiosamente  buscamos día a día, esta en él, en su poderosa energía.  
Confiemos en nuestro corazón, en su guía, en su sabiduría... es él el que nos permite llegar más allá... y  más allá de más allá...  que es, de donde realmente somos.

15/4/11

Balbuceo mañanero 6


Mujeres crecientes.
Esta mañana recordaba el comienzo de este blog... mis miedos e inseguridades...¡¡mi ignorancia utilizando herramientas "informáticas"!!... mis dudas y mi dispersión...¡¡y también recuerdo mi desfachatez, olé!!... ¡y mi atrevimiento y valentía para continuar adelante pasito a pasito!...¡las cosas necesitan su tiempo y a veces por más que queramos no podemos correr!... ahhhyyyy.
 ¡¡Que lío con el nombre!!... quería que el nombre fuese...no se...¡¡que expresase algo que  sentía dentro, con pocas palabras!!....pasaba de uno a otro nombre y ninguno me gustaba... al fin me quedé con "las mujeres crecientes".... mmmm.... mujer...creciente...como la luna... ¡¡este es el nombre, me dije!!... ¡¡la mujer y la luna están tan relacionadas!!... los ciclos menstruales... los partos, las mareas y el agua de nuestras emociones "suben" con la luna creciente... las uñas, el pelo, las plantas...todo crece en luna creciente... la luna es un símbolo de lo femenino... ¡¡de la fertilidad!!
Mujeres crecientes... crecientes por dentro... en autoestima, en madurez, en sabiduría, en amor...¡¡en vida!!... por eso comencé poniendo "las mujeres crecientes no tenemos edad, tenemos vida, y aspiramos a sentirnos maravillosas".... y me decía, no es lo mismo querer ser maravillosa... como una diva de cine... que aspirar a "sentirse maravillosa".... eso es otra cosa... eso tiene que ver con nosotras mismas... sentirse maravillosa es un logro interior que no depende de la aprobación de los demás...  es vivirse satisfecha, plena... más allá de lo que suceda... es contemplarnos con amor... sintiendo que nuestra vida es fértil no solo en hijos... sentir los frutos de nuestra tierra más allá de "éxitos" y "fracasos"... es "ver el sentido profundo" de nuestra vida... y sentir intensamente... ¡¡lo maravillosas que somos!!... y ahora si digo "somos", porque este ser no surge de una etiqueta colocada por los demás...este ser, es puro logro de sabiduría interior... del corazón, de la emoción... de la alegría de vivir más allá de más allá... por eso este blog se llama ¡¡¡Las mujeres crecientes!!!

10/4/11

Las Mayúsculas de la vida

En "El vals lento de las tortugas" de Katherine Pancol, Joséphine dice.
"El éxito se construye desde el interior. No llega por arte de magia. Han sido mis años de estudios e investigación los que han hecho que mi novela estuviese viva, llena de mil detalles que resonaron en la mente de los lectores. El alma de la investigadora humilde, erudita, paciente. La sociedad, hoy, ha dejado de creer en el alma. Ya no cree en Dios. Ya no cree en el Hombre. Ha abolido las mayúsculas, lo escribe todo en minúscula, engendra la desesperación y la amargura en los débiles, las ganas de desertar en los demás. Impotentes e inquietos, los sabios se alejan, dejando campo libre a los ávidos locos."
 ¡Que profundamente siento estas palabras!... Vivimos momentos en los que lo auténticamente valioso, no parece tener eco en nuestra sociedad... el esfuerzo, la ilusión, la fe, el entusiasmo, el idealismo... todo lo que inspira hacia la superación y a vivir una vida con sentido no tiene "glamour"... no "vende"... es "cursilón" o simplemente poco práctico...
No tenemos más que ver lo que es noticia... solo interesa lo sorprendente... y si nos asusta mejor. En las redes sociales se lleva la provocación... a veces hasta la nausea... lo conocido parece cansino, sin brillo... necesitamos novedades, insultos, desprestigio... 
Nuestros jóvenes acumulan "masters", cursos, especializaciones... y no consiguen trabajo... y quizás un acto, agresivo o provocador les haga "triunfar" en los medios... 
¿En que nos estamos convirtiendo como sociedad? ¿Que valores parecen dominarnos? o simplemente ¿Que valores quieren imponernos?
Por eso cada día siento que buscar las respuestas dentro de nosotros es el camino, a través de lo que sentimos, llenándonos de matices... no conformándonos con lo que nos venden quizás "seductoramente empaquetado"....¡busquemos nuestras propias respuestas!... y sobre todo regalemosnos a nosotros mismos y al mundo la versión más "grande" de nosotros mismos... la más positiva, compasiva, alegre, solidaria, amorosa.... y ¡¡provocadoramente inconformista con lo que no nos gusta!!... aunque sea "cursi que te cagas".... ¡¡que demonios!! ¿no se lleva la provocación?... ¡¡pues provoquemos para tener un mundo más consciente y feliz!!...¡¡¡que narices!!! 

2/4/11

El dolor de los celos.

Estoy leyendo la última novela de Katherine Pancol "El vals lento de las tortugas", continuación de "Los ojos amarillos de los cocodrilos", y las palabras de su protagonista Joséphine, me han llegado profundamente. 
"Lo que yo querría es que todo volviese a ser como antes. Que Iris me quisiera, que nos fuésemos de vacaciones las dos,  que ella fuera la más guapa, la más brillante, la más elegante; (...) Me gustaría ser de nuevo la hermana que no cuenta para nada..."

Cuando caminamos por la vida, transformándonos, descubriéndonos, hay pérdidas que nos resultan irreparables, cuyo duelo nos resulta muy difícil traspasar.
¡Hay personas a las que amamos tanto tiempo, tan profunda y entregadamente!... hermanas, hermanos, padres, madres, hijos... parejas, amigos... y nos hemos acomodado a una forma de estar con ellos, de tratarlos y de ser tratados... y sufrimos las heridas de su "cariño" como parte de ese afecto que consideramos "mutuo"... y su sonrisa, su gracia, su sentido del humor, su inteligencia, su brillo... nos gustan, ¡nos inspiran tanto amor!... que "no vemos".
Pero los vientos de la vida, ¡tan sabios!, ¡tan mágicos!, guiados por nuestro poder interno... nos depositan en lugares inexplorados, llenos de promesas y regalos... y nos traen una nueva sabiduría...  pero a cambio "vemos"... y ese nuevo mirar nos destroza el corazón... 
Descubrir y vivir con la envidia destructiva de personas a las que amamos mucho... sentir su rechazo y su aparente "desprecio"... sentir sus celos por nuestra brillantez, por nuestra felicidad, por nuestro éxito... ¡nos hiere profundamente!........ ¡y quisiéramos recuperar lo perdido!.... ¡y volver a sentir de la misma forma!....... pero es imposible....
La lección más valiente que aprendemos de esta difícil prueba, es que cada uno tiene que hacerse responsable de su propia vida... y que la felicidad de los demás, por mucho que los queramos,  no puede pasar nunca por el sacrificio de nuestra luz...
Parte de la felicidad, consiste en aprender a vivir aceptando nuestras cicatrices... tratando de "ver más allá"... y seguir amando desde la libertad de "ser" y de dejar que los demás "sean"... 

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