El miedo a la insignificancia.

Llevo un tiempo que me siento "desinflá" cuando tengo que escribir entradas en el blog, y he decidido que de hoy no pasa... ¡por mis catachufles! ... (que me lo acabo de inventar y no se muy bien lo que son, pero me suenan a "aquí estoy yo" ¡¡toma!!)... qué  hoy escribo algo.

¿Qué me está pasando? me pregunto yo ... 

• ¿Será que he mutado a un estado de extraño " vacío creativo" en lo que a  escribir en el blog se refiere?... ¡vamos, que me he vuelto incapaz y que de esta no me repongo!... ¡Que hoggoorr!...solo de pensarlo se me ponen los catachufles de punta.
• ¿O será que mi corazón, mis neuronas y mis catachufles han necesitado reajustarse después de una buena dosis de "aprendizaje vital"?

Desde luego que la vida me ha puesto las pilas en los últimos meses ...  y claro,  me ha hecho "recogerme un pelín por dentro"... ¡¡limpieza general de los armarios del alma!!... y eso siempre cuesta, ¡menudo trajín! ... qué si tira esto, que si guarda lo otro ... qué os voy a contar.

Pero afortunadamente, como tiene que ser,  después de la tormenta viene la calma ... y aquí estoy otra vez ... ¡Dispuesta a poner los catachufles encima de mi iPad!

Estaba leyendo que el psicólogo de la Universidad de Tel Aviv, Carlo Strenger, dice que hay una epidemia moderna de "miedo a la insignificancia", es decir, de miedo a no ser nada importantes  a los ojos de los demás, y pensar que nuestra vida no merece la pena.

Total, que me ha dado por preguntarme si yo tengo  ese "miedo a la insignificancia" del qué habla Carlo Strenger.

¿Siento yo que mi vida merece la pena? ...¿Me siento valiosa e importante?

Pues, mira, SÍ ... con letras bien grandes ... ¡ Yo siento que mi vida merece la pena y me siento valiosa e importante! ... ¡Es lo que hay! ... ¿Soy engreída? ¿Vanidosa? ... pues keledén ...

¿Y por qué me lo digo?¿Cómo siento yo mi vida valiosa?

Después del porrón de años que han pasado desde que nací, si analizo mi trayectoria vital  ¡Pues chica, que la siento llena de coherencia y sentido! ... 

¡Ojo!, eso no significa que no haya estado y esté perdida montones de veces, que no haya metido y siga metiendo la pata otras miles de veces, que no haya fracasado y siga fracasando en cosas que valoro ... que no haya tenido la autoestima por los suelos, que no me haya sentido de p... pena muchísimos días de mi vida ... Pero con los años y los tropezones, he ido descubriendo lo que es importante y valioso para mí ... y también he encontrado mi respuesta a esa pregunta de muchos humanos sobre "el  sentido de la vida".

En estos momentos sigo tropezando, sigo aprendiendo, sigo sintiéndome insegura muchas veces ... y en ese proceso de descubrirme cada día, encuentro mi "reto vital"... el combustible para ir tras aquello que realmente me importa … y que es dar lo mejor de mi, lo mejor que tengo y se, y que sí no doy yo, nadie podrá dar por mí ... Así, incansable, inasequible al desaliento ... soportando fracasos, rechazos, decepciones ... pero alimentando siempre mi confianza, mi ilusión ... y mi fe ilimitada en la infinita sabiduría de la vida ... ¡Qué no me defrauda nunca!

Porque como dice Victor Frankl:  

"Quien tiene un por qué vivir, encontrará siempre un cómo" 

También me he dado cuenta que, para sentirme bien en mi piel, tengo que huir de la comparación como alma que lleva el diablo. En cuanto me conecto con algo y me empiezo a sentir "insuficiente" en algún sentido, o me presiona la cabecita con los "debería"... ¡Corto y cierro!

Una cosa es admirar los valores que hay tras las personas ... y que me apoyan y aportan energía en mi búsqueda personal ... y otra muy distinta dejarme atrapar por puntos de vista parciales y manipulados que me hacen sentir siempre perdedora en la comparación ... ¡Cómo voy a saber quien soy así!

Tengo otra cita para esto, es de Steve Jobs:

"Nuestro tiempo aquí es limitado, así que no lo gastemos viviendo la vida de otro. No dejéis que el ruido de las opiniones de los demás, ahogue vuestra propia voz interior. Y lo más importante, tened el coraje de seguir a vuestro corazón y vuestra intuición. De algún modo saben lo que realmente tú quieres ser..."

Seamos realistas, vivimos rodeados de medios de comunicación invadiendo nuestra vida, con modelos de personas - estéticos, profesionales y vitales-  falseados, irreales ... puro marketing manipulado e interesado ... no importa lo que realmente seas o hagas, lo que importa es ser famoso ... y parece que la fama o el dinero, se han convertido en una referencia a la hora de medir la valía personal ... ¡Es tremendo!, porque todos vemos como se margina a personas maravillosas, inspiradoras y valiosas, y a cambio se ensalzan otras que no nos aportan nada.

¡Porfa! ...  no perdamos el norte de nuestro corazón, hay mucha sabiduría en nosotros como para desperdiciarla no haciéndole caso. 

Como nos dice Elizabeth Kübler-Ross:

"Las personas maravillosas que he conocido han sufrido la derrota, el sufrimiento, la lucha, y sin embargo han encontrado una salida a su dolor. Estas personas muestran un conocimiento y una apreciación de la vida que las llena de compasión, de ternura y de amor. Las personas maravillosas no existen porque sí."

Lo más seguro es que casi ninguna de ellas sea "famosilla" … ¡Y además, seguro que les da igual! ...