30/5/11

Nuestro hogar nos habla.


Nos demos cuenta o no de ello, nos manifestamos en todo aquello que hacemos. En lo que elegimos y en lo que rechazamos, en nuestros sueños, en la forma como nos alimentamos, cuando nos vestimos, y cómo no, en aquello de lo que nos rodeamos: amigos, espacio, luz, objetos, colores, formas, estilos, texturas...todo nos habla de nosotros.   
Los seres humanos somos emoción, y nuestro hogar, como espacio físico y psíquico también lo es. Porque nuestra casa es algo más amplio que un lugar físico, nuestro hogar está lleno de intangibles que le dan su poder.
Es refugio, protección y calidez, es silencio y también alegría, es seno materno, nutrición, reposo, recuperar fuerzas y sanar el cuerpo y el alma, él es intimidad, vulnerabilidad, fuerza y seguridad.
Nuestro hogar puede ser transformación, adaptación, fortaleza y apertura, y receptividad e integración, y también en él se encuentran los secretos, la complicidad, el valor y la unión. Pero muchas veces nuestra casa es separación, carencia, soledad, impotencia, miedos, debilidad, abuso, acoso, prejuicios, falta de libertad...dolor.
Nuestro hogar nos sana o nos enferma, nos proporciona energía o nos la roba...porque nuestra guarida es una suerte de conversación con lo más íntimo que nos rodea, personas, objetos, luz, espacio...y de esa conversación saldremos nutridos y energetizados o intoxicados y desvitalizados.
Nos resulta fácil de entender que la relación con las personas influya en nosotros positiva o negativamente, pero quizás no lo veamos tan claro cuando hablamos de nuestra relación con los otros aspectos de nuestro hogar, y de cómo pueden darnos o quitarnos apoyos.Esta influencia  es debida a que los espacios en los que vivimos, están llenos de rastros y detalles de nuestra historia personal, de lo que pensamos, de lo que creemos, y también de nuestros sueños vivos o rotos.
Si lo que queremos es cambiar creciendo y mejorar la calidad de nuestra vida, quizás deberíamos darnos cuenta de la conexión que hay entre todo lo que nos rodea, porque existe una relación directa entre el espacio físico en que habitamos y el espacio interior de nuestra conciencia, de nuestra mente, de nuestro corazón...
Los cambios genuinos y profundos comienzan dentro de nosotros, en lo más profundo de nuestra alma, y como una piedra cuando cae en un estanque, las ondas del cambio van extendiéndose suavemente a todos los ámbitos de nuestra vida, aportándonos una nueva armonía y equilibrio.
Nuestro hogar también es un espacio de búsqueda de nuestra armonía interior.

¿Sabias que...? Lo que nos ponemos encima.

Con los años me he dado cuenta de que mi ropa era para mí, algo más que taparme con prendas más o menos caras para intentar estar guapa y estilosa.....¡que tontería! me diréis, ya lo sabemos, ¡la ropa es un instrumento de comunicación!.......vale, vale, ya sé que ademas es eso, ¿pero que es precisamente lo que queremos comunicar?
Normalmente lo que  queremos decirle a los demás es "esto es lo que yo soy", por ejemplo: paso de la ropa, soy sexy, no quiero provocar, soy natural, soy ecológica, soy seria y formal, soy transgresora, soy moderna, soy conservadora.....etc, etc. Es decir, que ese "lo que soy" tiene que ver con nuestro espacio de confortabilidad, y por lo tanto con nuestros límites personales.
Experimentar y crecer se traduce directamente en otra forma de mostrarnos al mundo, y esto incluirá nuestra forma de vestirnos y arreglarnos.
Todas hemos experimentado como influye nuestro estado de ánimo en nuestro arreglo personal. Cuando nos sentimos con la autoestima por los suelos, no sabemos ni que ponernos, parece que tenemos que pedirle permiso al mundo para existir, y desgraciadamente el traje de mujer invisible todavía no lo venden en Zara. Por el contrario esos días en que nos sentimos pletóricas, felices de ser nosotras, nuestro armario se nos antoja lleno de sugerentes e imaginativas posibilidades.
También al vestirnos nos llenamos de "noes" y "esto no es para mí", ya sabéis: que si tengo mucho culo, que si me sobran 2 kilitos, que si soy demasiado alta, que si tengo las piernas gordas, que si delgadas....uffff....creo que desarrollar un estilo propio, que nos haga sentir estupendamente con nosotras mismas, tiene mucho que ver con ese crecer por dentro, sintiendonos plenas y satisfechas con nuestra vida y con nuestro cuerpo.
Por eso es bueno proponerse retos de estilo, experimentar prendas de ropa diferentes, abrirnos a dejarnos sorprender con accesorios insospechados para nosotras, que introduzcamos nuevos y favorecedores colores en nuestro armario, consiguiendo revolucionarlo y recrearlo con mezclas sorprendentes y creativas que manifiesten partes nuestras desconocidas hasta ese momento.
Si decidimos que no queremos dedicarle mucha energía a nuestro vestuario, que sea porque necesitamos nuestra fuerza para otras cosas que nos encanten e importen, no porque nos sintamos impotentes de encontrar nuestro estilo en esta sociedad que tanto nos exige a las mujeres.
No seamos esclavas de la moda, utilicemosla a nuestro interes, tomando los estilos y formas que nos gusten, interpretándolos a nuestra manera; que no nos importe mirar al pasado, o a otras culturas y estéticas, y dejemos nuestra imaginación y creatividad en libertad .... 

¿Sabias que...? Las mujeres y la corrupción.

De la revista Psycologies nº 66.
Un hallazgo muy llamativo en muchos estudios, establece que cuantas más mujeres hay en el poder, menor es el nivel de corrupción que se observa en el país, aunque no existe todavía una clara explicación al respecto.
Aún sin establecer la relación causa-efecto por falta de estudios que profundicen en el tema, el psicólogo clínico y social Eduardo V. Brignani, analiza que la conexión no será sorprendente para nadie, "porque en las grandes civilizaciones, las mujeres siempre han preservado y transmitido los valores de una forma solidaria y gratuita.Además, su sentido de la justicia esdiferente al de los hombres, ya que le dan a cada uno lo que le corresponde."
Cuando traspasan el ámbito de lo privado,para desenvolverse en el de lo público, las mujeres, que tambien han bebido de la cultura del servicio y del cuidado desinteresado, llevan la mochila cargada con las cualidades y virtudes que siempre han protegido, según aportan los expertos.

13/5/11

Reaccionemos.

En estos momentos hay dos libros en candelero,. uno es "Indignados" de Stéphane Hessel, y el otro "Reacciona", de varios autores.
Ambos, tratan de sacarnos de nuestra pasividad  ante la crisis que vivimos y que es mundial, seria y profunda.
Yo se que somos muchos los que nos sentimos desbordados por los acontecimientos, además de mal informados e impotentes... ¿que podemos hacer?... no somos políticos... ni economistas... ni somos expertos en geopolítica, ni en economía global, ni en desequilibrio de poderes... ni en energías alternativas... etc, etc... tratamos de confiar en los poderes públicos... en nuestro sistema democrático del que  "tan satisfechos" nos sentimos... en gobernantes que nos aseguran que su único interés es velar por nuestros intereses... pero el descontento, la insatisfacción y la desconfianza nos acosan.... ¡y la fuerza se nos escapa por la boca!
No tengo tiempo ni ganas de hacerme una experta en política y economía... ¡¡pero si quiero estar mejor informada!!... no me puedo fiar de los medios de comunicación...cada vez están concentrados en menos manos y nos proporcionan una información partidista y manipulada... ¿que tal si comenzamos por conseguir una visión global en la que podamos confiar?
En "Reacciona" una mezcla de especialistas, entre los que destacan José Luis Sampedro, Federico Mayor Zaragoza o Baltasar Garzón, nos proporcionan un análisis de como hemos llegado a esta situación  y diez respuestas con una idea común: la necesidad de tomar postura y actuar, de tomar conciencia y despertar, todavía hay esperanza y hay soluciones.
Si estamos bien informados y asumimos nuestra responsabilidad... quizás podamos poner límites entre todos, a los atropellos a los que estamos sometidos. 
Podemos unirnos con un objetivo claro: defender nuestra dignidad, la auténtica democracia y el bien común... como lo haremos, pacífica pero firmemente, es el reto que en estos momentos se nos presenta como ciudadanos. 

10/5/11

Entrevista con Mario Alonso Puig

El Dr. Mario Alonso Puig ha ejercido la Cirugía General y del Aparato Digestivo durante mas de 25 años.
Tiene 48 años. Nació y vive en Madrid. Esta casado y tiene tres hijos. Es cirujano general y del aparato digestivo en el Hospital de Madrid. 

Lo que el corazón quiere, la mente se lo muestra.
Hasta ahora lo decían los iluminados, los meditadores y los sabios; ahora también lo dice la ciencia: son nuestros pensamientos los que en gran medida han creado y crean continuamente nuestro mundo. "Hoy sabemos que la confianza en uno mismo, el entusiasmo y la ilusión tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro. La zona prefrontal del cerebro, el sitio donde tiene lugar el pensamiento más avanzado, donde se inventa nuestro futuro, donde valoramos alternativas y estrategias para solucionar los problemas y tomar decisiones, está tremendamente influida por el sistema límbico, que es nuestro cerebro emocional. Por eso, “lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando". Hay que entrenar esa mente.

Fellow en Medicina y Cirugía por la Universidad de Harvard, completó su formación con un Master en Dirección Hospitalaria (IESE), Diploma Internacional de Estudios Superiores en Sofrología Médica y, además, recibió el Premio máximo al Mérito en Comunicación y Relaciones Humanas por el Instituto Dale Carnegie de Nueva York. Es miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York y de la Asociación para el Avance de la Ciencia.
Trabajó durante dos años en el Instituto de Ciencias Neurológicas de Madrid y ha dedicado gran parte de su vida al estudio de las Funciones Superiores del Cerebro. Por otra parte, su interés particular en el Aparato Digestivo le ha llevado a aplicar sus conocimientos y experiencias al mundo del estrés y a su repercusión en las dolencias digestivas.
Es uno de los máximos investigadores de la Inteligencia Humana y del Aprendizaje.

ENTREVISTA REALIZADA EN EL Canal TV3.
Más de 25 años ejerciendo de cirujano. ¿Conclusión?
Puedo atestiguar que una persona ilusionada, comprometida y que confía en sí misma puede ir mucho más allá de lo que cabría esperar por su trayectoria.
¿Psiconeuroinmunobiología?
Sí, es la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano. Una conexión que desafía el paradigma tradicional. El pensamiento y la palabra son una forma de energía vital que tiene la capacidad (y ha sido demostrado de forma sostenible) de interactuar con el organismo y producir cambios físicos muy profundos.
¿De qué se trata?
Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto entreteniendo en un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas. El distrés, esa sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y en la constelación hormonal.
¿Qué tipo de cambios?
Tiene la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje localizadas en el hipocampo. Y afecta a nuestra capacidad intelectual porque deja sin riego sanguíneo aquellas zonas del cerebro más necesarias para tomar decisiones adecuadas.
¿Tenemos recursos para combatir al enemigo interior, o eso es cosa de sabios?
Un valioso recurso contra la preocupación es llevar la atención a la respiración abdominal, que tiene por sí sola la capacidad de producir cambios en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía de ritmos cerebrales entre los dos hemisferios.
¿Cambiar la mente a través del cuerpo?
Sí. Hay que sacar el foco de atención de esos pensamientos que nos están alterando, provocando desánimo, ira o preocupación, y que hacen que nuestras decisiones partan desde un punto de vista inadecuado. Es más inteligente, no más razonable, llevar el foco de atención a la respiración, que tiene la capacidad de serenar nuestro estado mental.
¿Dice que no hay que ser razonable?
Siempre encontraremos razones para justificar nuestro mal humor, estrés o tristeza, y esa es una línea determinada de pensamiento. Pero cuando nos basamos en cómo queremos vivir, por ejemplo sin tristeza, aparece otra línea. Son más importantes el qué y el porqué que el cómo. Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando.
Exagera.
Cuando nuestro cerebro da un significado a algo, nosotros lo vivimos como la absoluta realidad, sin ser conscientes de que sólo es una interpretación de la realidad.
Más recursos…
La palabra es una forma de energía vital. Se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones cómo las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con trastornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas enfermedades.
¿Podemos cambiar nuestro cerebro con buenas palabras?
Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906, dijo una frase tremendamente potente que en su momento pensamos que era metafórica. Ahora sabemos que es literal: “Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro”.
¿Seguro que no exagera?
No. Según cómo nos hablamos a nosotros mismos moldeamos nuestras emociones, que cambian nuestras percepciones. La transformación del observador (nosotros) altera el proceso observado. No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos.
¿Hablamos de filosofía o de ciencia?
Las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pueden activar, por ejemplo, los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los procesos mentales. Científicos de Harward han demostrado que cuando la persona consigue reducir esa cacofonía interior y entrar en el silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse un 80%.
¿Cuál es el efecto de las palabras no dichas?
Solemos confundir nuestros puntos de vista con la verdad, y eso se transmite: la percepción va más allá de la razón. Según estudios de Albert Merhabian, de la Universidad de California (UCLA), el 93% del impacto de una comunicación va por debajo de la conciencia.
¿Por qué nos cuesta tanto cambiar?
El miedo nos impide salir de la zona de confort, tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona.
La mayor parte de los actos de nuestra vida se rigen por el inconsciente.
Reaccionamos según unos automatismos que hemos ido incorporando. Pensamos que la espontaneidad es un valor; pero para que haya espontaneidad primero ha de haber preparación, si no sólo hay automatismos. Cada vez estoy más convencido del poder que tiene el entrenamiento de la mente.
Deme alguna pista.
Cambie hábitos de pensamiento y entrene su integridad honrando su propia palabra. Cuando decimos “voy a hacer esto” y no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro. El mayor potencial es la conciencia.
Ver lo que hay y aceptarlo.
Si nos aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar. Lo que se resiste persiste. La aceptación es el núcleo de la transformación. Sin fe en uno mismo hay temor, el temor produce violencia, la violencia produce destrucción, por eso, la fe interna supera la destrucción.
Cortesía de IMA Sanchís y Alejandro Giraldo

8/5/11

Avanzar en la vida.

¡Que difícil es tomar ciertas decisiones en nuestra vida! Cuantas veces sentimos que se nos rompe el corazón...¡ y parece que no va a curarse nunca!... pero como dicen mis chicas del Brave Girls Club: 
 A veces las grietas de un corazón roto, son verdaderas puertas a una mayor luz y amor y a un nuevo aprendizaje. Tener el corazón roto es parte de la vida. Simplemente es así.
Puedo decirte algunas cosas para que pienses, por ejemplo, que es muy difícil vivir siendo incongruente entre nuestro corazón y nuestros actos, levantarnos cada mañana teniendo que engatusarnos  para no vivir la verdad que nuestro corazón nos pide a gritos. 
¿De que nos sirve madurar, comprender, amar, si no podemos elegir con libertad y honestidad la forma de desarrollar nuestra vida? 
Amar no tiene porque significar sacrificio inútil, ni la prepotencia de regalarle nuestra compasión a un adulto con autonomía y tan dueño de su vida como nosotros de la nuestra, y digo sacrificio inútil, porque sacrificarse para que otra persona no se enfrente a las consecuencias de un fracaso, no es útil ni para el ni para el que se sacrifica.¿Acaso somos nosotros mejores que el otro para decidir "salvarle" de su fracaso? Cada uno tiene que asumir las consecuencias de su vivir, y a veces los frutos son amargos, pero así es como evolucionamos y crecemos, es ley de vida.
Hay una metáfora, como un cuento, que refleja muy bien esta situación, es la de la escalera.
Imaginemos que la vida es una escalera por la que todos vamos subiendo. Algunos suben rápido, otros mas lentamente, incluso los hay que se paran en algún escalón y no quieren esforzarse más.
Nosotros subimos cogidos de la mano de aquellos a los que amamos, pero en el camino si avanzamos mas deprisa que alguno de ellos, por más que estiremos el brazo, por más que nos esforcemos, llegará un momento en que ya nuestros dedos no podrán ni tocarse. Lloraremos, nos lamentaremos, pero nuestro caminar se separara. 
La energía es así, no podemos engañarla con palabras y autoengaños, ella sabe cuando tenemos que cambiar de compañeros de viaje, y no es compasiva, ni tolerante, sabe lo que necesitamos y responsablemente nos lo da.

6/5/11

Balbuceo mañanero 7

La modestia femenina.
Mmmm... estoy leyendo que resulta que las mujeres somos más modestas que los hombres... ¡¡lo demuestran las investigaciones!!... ¡vaya por Dios, lo que nos faltaba!... En un estudio de la Universidad de Edimburgo se ha descubierto... ¡¡que los hombres tienden a sobrestimar sus habilidades y las mujeres a considerarse menos!!... ¡¡o sea, que muchos hombres tienen delirios de grandeza!!... pero se lo montan bien... ¡¡cobran más que nosotras, porque nosotras estamos dispuestas a cobrar menos!!... ¡¡Toma!!... 
Siento remolinos saltarines por dentro... bbrrrr...¿tenemos la responsabilidad de esto nosotras?... ¿es la sociedad?... ¡¡podemos echarle la culpa al machismo, como siempre!!.... pero no me da la gana... estoy cansada de sentirme manejada como una marioneta por cuerdecitas invisibles... ¡quiero ser dueña de mi vida!... ¡quiero valorar mis éxitos!... ¡¡quiero ser yo aunque no me adapte a lo que se espera de mi!!... ¡quiero sentirme cómoda con mi fuerza y sabiduría!... y quiero ponerme en pie y decir ¡¡ Aquí estoy, me siento orgullosa de mi!!... y si  pienso que el mundo me oprime... que la sociedad es injusta... que  tengo que aguantarme... ¡seguiré de rodillas sintiéndome una víctima!... ¡¡y todo seguirá igual!!... nada cambia si yo no cambio... no veré lo que no estoy dispuesta a ver... no viviré lo que crea imposible... no cobrare más si me conformo... etc, etc...  así qué chicas, ¡¡gritemos!!... ¡¡ABAJO LA MODESTIA FEMENINA!!
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