La cosa.
Me acosté un jueves y... el viernes al levantarme había algo dentro de mí que no estaba al acostarme... ufff... una especie de preñez impulsiva, ávida, loca y tozuda.. muy, pero que muy tozuda...
¿Que me está creciendo dentro?... ¿será algo humano? ¿o algo dislocado y deforme? ¿algo grande? ¿algo hermoso? ¿o se quedara en algo pequeño, delicado y frágil sin fuerzas para salir a la vida?... aaayyy.... no se lo que es, pero siento su pasión, su sed de vida, de forma...
Veo como abre puertas dentro de mí... y me exprime las tripas, y me demanda que le alimente, que busque... y su inconformismo me aprieta, me obliga a estirarme, a retorcerme para llegar más allá... y siento que me alargo y me alargo... ¡quiera o no!... y me abre ventanas por dentro... y me obliga a mirar...
Muchos días me doy cuenta de que es algo luminoso, porque cuando llega el temor y la confusión con su nube espesa y viscosa... por la noche aquieta mi miedo... y por el día me ilumina el camino inseguro que recorro... ¡y siento su gran turbulencia!... y la quietud del final del parto... ¡me resulta tan lejana e incierta!... y no puedo decirle ¡¡vete y déjame tranquila!!... ¡¡quiero volver al jueves!!... ¡cuando todavía no estabas y me sentía llena de proyectos retadores y alegres!... ¿por qué has aparecido?... ¿ que pretendes de mí?... pero siento qué eres un hijo de mis entrañas............................... y tu vida es mi propia vida...
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