El otro día, en una exposición de sus cuadros, escuche a María Casas Bueso leer uno de sus poemas... y quede fascinada...."Una mujer como otra soy"... así es María... como muchas mujeres que poblamos el mundo... maravillosa, creativa, luchadora, valiente...
Una mujer como otra soy
soy como esas mujeres que sufren de incomprensión machista,
queriéndome así,
aunque a veces me caiga
y mis rodillas lastimadas decidan inclinarse tantito
para no parecer horadadas
por tanto odio de hombre inseguro
soy un poco como tantas mujeres que a veces reniegan de ser mujer
porque es más fácil ser hombre
sea cual sea ese hombre.
A veces es más fácil ser eso
y no tener que elegir entre tus hijos y lo demás
entre tu sexo que se perfila en tus piernas y lo de más allá
soy, a veces extranjera en mi mundo de menosprecio
por las tierras que me son innatas
en mi condición de emigrante de mi misma
y con una dulzura exquisita
lamo mis heridas de animal cansado, abatido,
cuando al fin contagio el corazón de tanta huida extraña
de salir corriendo airosa hacia cualquier parte que no sea yo misma,
pero también, acaso,
soy una mujer orgullosa ajena a tanta injusticia horrible
y por momentos alzo la bandera de una patria clara de colores múltiples,
donde brilla nítida la imagen de una mujer humana
de devastadora belleza
que se reconoce fruto de un azar extraño
que la lleva por un mundo que quiere hacer suyo a su paso
dulcificando el aire para que ya no pique su garganta
y no se hundan ya sus pies en un lodo viscoso.
Así que penetrando lo más profundo de su entereza viva de mujer
alcanza a vislumbrar
que ya por dentro es ella la que toma su cuerpo
y se adueña de cada sensación de piel
para descubrir un mundo de indescriptibles maravillas
que se conocen por gusto, tacto y olfato
sin miedo de vivir
en un reto constante a su alma de pintora
No hay comentarios:
Publicar un comentario