De la Revista Psychologies nº 66.El 88% de los españoles condenamos la corrupción como un problema, pero no somos muy conscientes de como influye en nuestra vida cotidiana, y la vemos como algo ajeno a nosotros.
Nada más lejos de la realidad. Más corrupción es sinónimo de una educación y una sanidad pública de menor calidad, de peores infraestructuras, de graves atentados contra el medio ambiente.
Con sus acciones, los políticos corruptos destruyen la confianza social fundamental para el desarrollo del Estado del Bienestar. "Se observan correlaciones muy importantes entre una caida de la confianza social y un menor crecimiento económico, más economía sumergida, menos disposición a pagar impuestos, mayores conflictos sociales y peor protección del medio ambiente, manifiesta el profesor de la universidad de Gotemburgo Victor Lapuente.
La corrupción desintegra la fibra íntima de la sociedad. "Es como la carcoma que se come el mueble: si no te das cuenta y no reaccionas, el mueble acaba deshecho", en palabras del psicólogo Eduardo V. Brignani.
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