Dar y recibir amor (4).

Con esta entrada terminamos de esbozar la segunda forma básica de dar y recibir amor: 

2. Compartiendo tiempo de calidad (tercera parte)

Actividades de calidad. Otro aspecto del tiempo de calidad, es la calidad de las actividades que realizamos juntos.  

Según Chapman:

"Las actividades de calidad pueden incluir cualquier cosa en que uno o ambos tengan interés. El énfasis no está en lo qué se hace sino en por qué se hace. El propósito es experimentar algo juntos, compartir algo sintiendo que: "Cuida de mí. Desea hacer algo conmigo que disfruto, y lo hace con una actitud positiva". Eso es amor, y para algunas personas, amor con mayúsculas".

El propósito no es la actividad en sí misma, el propósito es amar a la otra persona a través de una actividad que ella valore.

Una de las consecuencias de las actividades de calidad es que genera un banco de recuerdos compartidos que nutren la relación.

Las actividades que se pueden realizar, solo estarán limitadas por el interés que susciten y por el deseo de probar nuevas experiencias. Los ingredientes esenciales en una actividad de calidad compartida son: 

1. Por lo menos uno de los dos quiere hacerlo 

2. El otro está dispuesto a hacerlo también 

3. Ambos saben qué lo hacen para expresarse amor estando juntos.

El problema que se suele plantear en las personas que están muy centradas en su trabajo, es que nunca encuentran momentos para compartir con sus seres queridos tiempo de calidad... y eso es algo que para aquellos que es su forma de dar y recibir amor, se vivirá como desapego y falta de auténtico cariño, lo que vaciara su tanque de amor. Si nos damos cuenta de ello, lo primero sería plantearnos:  

¿Cómo sacar tiempo para realizar actividades de calidad con las personas que amamos?

Simplemente nos tenemos que plantear que las actividades de calidad son tan importantes para nuestras relaciones de amor como lavarnos, comer o dormir lo es para nuestra salud, y tan importantes como lo es trabajar intensamente para proporcionar una calidad de vida material a nuestra familia.

¿En qué se tiene que traducir esto? 

Que tengamos que organizarnos y dejar a un lado algunas actividades individuales... y que tal vez tengamos que hacer cosas que no nos gusten mucho, pero que serán de gran valor para la calidad de nuestras relaciones. 

¿Qué sacaremos de ello?

Poder vivir con un auténtico sentimiento de amor, sentirse acompañado íntimamente por los seres queridos y no tener que vivir la soledad del que estando en la cima o realizado profesionalmente, no se siente comprendido ni aceptado, y no está acompañado por las personas que de verdad le interesan. 

Se trata de sentir el placer de vivir con nuestros seres queridos sabiendo que se sienten amados y sintiendo que el cariño fluye libremente entre ellos y nosotros.  

En la próxima entrada hablaremos de la tercera forma básica de dar y recibir amor:

3. A través de regalos.