Dar y recibir amor (3).

2. Compartiendo tiempo de calidad (segunda parte).

Hemos visto en la entrada anterior, que un aspecto del tiempo de calidad, es la conversación de calidad, y para ello Chapman nos habla de la necesidad de aprender a escuchar a la otra persona de una forma real y eficaz.

Escucha eficaz. Se nos enseña a pensar y a expresarnos hablando, pero raramente se nos enseña a escuchar, y aprender a escuchar es importante si queremos comunicar amor, sobre todo sí el lenguaje principal de amor de nuestra pareja o de alguien a quien amamos es tiempo de calidad que toma la forma de conversación de calidad. Chapman nos sugiere las siguientes informaciones prácticas para una escucha eficaz.

1. Mantener el  contacto visual cuando la otra persona está hablando. De esa forma no nos distraemos y le hacemos sentir a él o ella que goza de toda nuestra atención.

2. No escuchar haciendo otra cosa al mismo tiempo. Tiempo de calidad significa atención completa a la otra persona, y si en ese momento no podemos dejar de hacer lo que estamos haciendo, es mejor decirlo y posponer la conversación un tiempo, hasta que podamos proporcionar atención completa.

3. Escuchar los sentimientos. Preguntarnos que es lo que está sintiendo la persona, y verificar nuestras impresiones expresándoselo: "Me parece que te sientes desilusionado porque...". Eso da la oportunidad de aclarar sus sentimientos y también indica que estamos escuchando profundamente lo que dice.

4. Observar el lenguaje del cuerpo. Puños apretados, manos temblorosas, lágrimas, ceño fruncido, movimientos de los ojos... nos pueden dar indicios de lo qué está sintiendo la otra persona. A veces el lenguaje del cuerpo nos está enviando un mensaje y las palabras otro. Pidamos aclaraciones para estar seguros de que sabemos lo que él o ella están sintiendo o pensando realmente.

5. Evitemos interrumpir. Estudios recientes indican que solemos escuchar  solamente diecisiete segundos antes de interrumpir e introducir nuestras propias ideas. Si queremos proporcionar nuestra total atención mientras hablamos con la otra persona, debemos evitar el defendernos o hacer acusaciones, y también declarar dogmáticamente nuestra posición. Nuestra meta tiene que ser descubrir los pensamientos y sentimientos del otro. Nuestro objetivo no es defendernos o darle la razón, es entenderlo.

Veamos ahora otro aspecto del tiempo de calidad que tiene que ver con la autenticidad, y para ello se hace necesario que comuniquemos al otro sentimientos  genuinos, realmente sentidos con todo nuestro ser, no sólo "pensados" desde la distancia de nuestra mente.

Expresar nuestros sentimientos y pensamientos. La conversación de calidad no solamente requiere comprensión para escuchar, sino también saber mostrarse.  Si los que amamos no saben lo que pensamos y sentimos, no podrán sentirse cerca de nosotros, porque seremos unos desconocidos para ellos y no podrán  tener una auténtica intimidad con nosotros.  
Si el lenguaje principal de amor de una persona a la que amamos es tiempo de calidad, y si su dialecto es conversación de calidad, su tanque emocional de amor nunca se llenará hasta que no compartamos con ella nuestros pensamientos y sentimientos.
Este aspecto lleva consigo el "darse cuenta" de lo que estamos sintiendo, y para las personas que han bloqueado su sentir, no es tarea fácil. Hay mucha gente a la que se ha educado en la no expresión del sentimiento, condenándolo como debilidad o limitándolo a cauces determinados familiar o socialmente. 
Esto provoca que cuando nos hacemos adultos, muchos de nosotros negamos nuestros sentimientos y no estamos en contacto con nuestras emociones genuinas. Seremos capaces de "hablar" desde lo mental de lo que sentimos,   pero realmente no estaremos en contacto con el núcleo de nuestro dolor, pena,   frustración, desengaño, etc...