28/1/14

Creencias

He terminado de leer el libro de Ana R. Cañil "El coraje de Miss Redfield", y este fin de semana también he visto la película "La gran belleza" de Paolo Sorrentino, y ambos me han llevado a esta reflexión sobre el mundo de las creencias.
Cada uno de nosotros nos empaquetamos cada día con un puñado, más bien bien grande, de creencias, desde las muy claras y evidentes a las más confusas e inconscientes... y como si de un traje se tratase, salimos al mundo a protegernos de las "inclemencias" de la vida... convencidos de que con ellas podremos sobrevivir a las dificultades del día a día...  
Tenemos creencias para todo, y no tenemos más que preguntarnos que opinamos sobre cualquier cosa para darnos cuenta de como están ahí, agazapadas para saltarnos encima y no dejarnos ver más que una pequeña parte de lo que sucede realmente.
Son las creencias de Miss Redfield las que le proporcionan el coraje de tomar ciertas decisiones... y de elegir el camino conocido frente al reto de la vida que le llevaría a arriesgarse, a experimentar más allá de lo conocido... pero ella busca seguridad, control, saber lo que va a suceder mañana... vivir una vida predecible, ¿Acaso se lo podemos reprochar? ¿No es eso lo que busca la mayoría de la gente?
Pero yo me pregunto ¿Es eso lo que la vida quiere de nosotros? ¿O lo que quiere es que cuando nos lanza un guante lo atrapemos al vuelo?
La vida no nos da seguridades de nada, no hay más que mirar alrededor... lo único seguro que nos ofrece es la posibilidad permanente de ir descubriendo en la propia vida, sea la que sea, La Gran Belleza que reside en ella... el profundo sentido que tiene todo lo que vivimos, elijamos lo que elijamos... porque las grandes lecciones siempre están a nuestro alcance, hayamos acertado en nuestras elecciones o no ¡eso no le importa realmente a la vida!... nos importa a nosotros, porque a priori, decidimos a través de nuestras creencias que unos resultados son mejor que otros ... y estas creencias, mal que nos pese, lo que intentan muchas de ellas es protegernos de lo sorprendente... de lo imprevisto... de lo genuinamente evocador de vida...
¿Como podemos asegurar que nuestra elección es la más acertada? puede que lo que creíamos acertado nos lleve al sufrimiento, y lo más arriesgado y temerario nos de una enorme felicidad... o puede que suceda al contrario... lo que es seguro, es que cuando elegimos lo hacemos desde nuestras creencias, y eso nos lleva a experimentar nuestros límites, nuestros mayores temores... por eso buscamos lo seguro, lo predecible... aunque puede que  luego lamentemos siempre no haber cogido al vuelo ese guante que nos lanzo la vida a través del certero lenguaje de nuestro corazón.
Quizás por eso, aunque yo también necesite esas seguridades que tanto nos gustan, ya no me rasgo las vestiduras tan fácilmente... la vida es un calidoscopio con el que nos vamos fundiendo en nuestros gozos y penas, y lo más importante es caminar paso a paso a ese percibir La Gran Belleza... 
Es esa Gran Belleza la que Jep Gambardella, el protagonista de la película, es capaz de percibir en un momento dado tras una vida superficial, rodeado de personajes para los que la vida no tiene ningún sentido, aparte de autoengañarse, aparentar y no querer ver su propio vacío.
A través de nuestras creencias nos convencemos de que vivir como vivimos es lo único que podemos hacer... y el gran reto que nos propone la vida es mirar más allá, es ver como se entreteje entre ellas La Gran Belleza.

(Dibujo de Iban Barrenetxea) 

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